El seis de marzo del dos mil dieciséis, en el Auditorio de León se representó la Pasión por la compañía de teatro, Teatro Corsario. Este es el trabajo que durante algún tiempo ha dormitado; hasta ahora. Quizás es su momento.
Porque algo permanece, aunque todo cambie
Grial adelante: cuenco de luz por siempre diferida,
- La razón ni siquiera es el viaje-
¿Acaso eres el tránsito persiguiendo un destino que no se cumple sino al peregrinar?
Andar y desandar es la respuesta. La meta es el camino.
El propio caminante es su camino.
El derrotero lo simula,
como el Adam Cadmon;
pero lo inmortal carece de historia,
librándose al son de los prodigios.
El camino te otorgará respuestas.
(Juana García Abás, Cuba)
En estos momentos de tanto dolor y desasosiegos, todos necesitamos inspiración. Inspiración cuya esencia y origen primordial es el amor.
El Budha, antes de su último aliento, se dirigió a sus discípulos en Kushinagara de esta manera:
- Está es la naturaleza de todas las cosas que toman forma: volverse a disolver. Esforzaos con todo vuestro ser para alcanzar la perfección.
Pronto será momento de volver al Camino. Entonces seremos peregrinos y portadores del dolor provocado por las ausencias. El Camino será dulce bálsamo para ayudar a cicatrizar las heridas.
En la peana de la efigie de la Virgen del Camino, León, se puede leer esto que está basado en el Libro de las Lamentaciones 1,12:
- Oh vosotros, que pasáis junto al camino, atended y ved si hay dolor semejante al mío.
Adenda; por un olvido. La parte musical, por cierto, fundamental, para la representación de la Pasión fue interpretada por la Agrupación Musical de
la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León. Una sola frase la describe: Maravillosa y de una profunda
espiritualidad.
