sábado, 16 de enero de 2021

AMALUR, LAS MIRADAS DE LA TIERRA II - AMALUR, THE LOOKS OF THE EARTH II

AMALUR, TIERRA MADRE, MOTHER LAND, PACHA MAMA

- Un cuento hindú, La Vasija Agrietada. Autor anónimo, pero existencialmente atemporal.

Un cargador de agua de la India tenía dos vasijas de barro que colgaban de los extremos de un palo que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas era perfecta y conservaba toda el agua al finalizar el largo camino a la casa de su patrón, mientras que la otra tenía varias grietas por donde se filtraba el agua y llegaba medio vacía. 

Durante dos años esto ocurría diariamente.

La vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros: era idónea para el fin al que fue creada. La vasija agrietada, avergonzada por su imperfección, se sentía miserable: solo cumplía con la mitad del trabajo al que estaba obligada.

Al cabo de estos dos años, la vasija agrietada se dirigió a su cargador diciéndole: 

- Estoy avergonzada y deseo disculparme ante ti. Debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de la carga, y así solo obtienes la mitad del valor de tu trabajo.

Entonces el cargador, entristecido, le dijo a la vasija agrietada:

- Cuando regresemos a casa quiero que observes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino que recorremos a diario.

Y, en efecto, la vasija vio muchísimas flores a lo largo del camino, todas ellas muy hermosas. Aun así, se sintió apenada. Al final del camino, dentro de sí, solo quedaba la mitad del agua.

El cargador, percatándose de su tristeza, le dijo:

- ¿Te has dado cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino? 

Y continúo el cargador:

- Siempre he sabido de tus grietas y pensé que podría beneficiarme de ellas. He ido sembrando semillas de flores a lo largo del camino a casa. Allá por donde pasábamos todos los días las has ido regando, y las flores han crecido vigorosas. Yo he podido recogerlas y con ellas he embellecido el altar de mi Madre. Si no fueras tal como eres, con esos tus defectos, no hubiera sido posible crear tanta belleza. 

Dedicado a Prasana Devi. Del sánscrito: Devi, La Diosa Madre. Prasana, Felicidad.

Aun siendo frágil su cuerpo

Como de barro moldeado por sabias manos

Era toda llena de tesoros su mirada.

Un pequeño cuento en ciento treinta y seis palabras.

- 136, la fuente donde todas las cosas comienzan. Principio y final de todo.

Rajesh caminaba apoyado en su bastón. Su amada Arundhati, observaba el camino que yo recorría todos los días al regresar a casa. Me esperaba; siempre esperaba. La recuerdo todavía, apoyada en el quicio de la puerta. Nuestra casa es de barro, con techos de paja seca y dorada, con una puerta de madera vieja y desvencijada. Tiene una sola ventana sin cristal, con dos palos de madera labrada, a la manera de una celosía. Sin apenas obstáculos, el viento y la luz del sol la cruzan. Por las noches su luz apaciguaba nuestra alma ensoñadora. Ella amaba la nitidez del día y el frescor de la tierra en primavera. Amaba el color de mi piel, ahora ajada, entonces suave y fresca. Amaba el silencio de nuestras miradas. Ahora solo abrazo a la madera de mi bastón.

Rajesh, del Sánscrito, Rahja: Emperador, Rey de Reyes.

Arundhati, del Sánscrito: Estrella de la Mañana.


“Hay una grieta en todo; hasta en el amor. Así es como entra la luz” 

"There is a crack in everything; even in love. This is how the light enters" 
 (Leonard Cohen)