lunes, 2 de diciembre de 2013

Dias de Agua y Niebla

Al amanecer de un día que no tiene nombre, envueltos en la niebla y mojados por el orvallo, el cielo ausente se cernía sobre nuestras cabezas. El camino, que a veces desaparecía, escupía formas difusas, quizás fantasmagóricas, en un manto de color plomizo que todo lo cubría. El silencio era dueño de ese lugar roto por el sonido de algún cencerro. Llovía mucho, hasta tal punto que calaba el alma. A veces los movimientos de una hoja al caer eran como una luminaria que rasgaba la niebla. Al bajar de Otarre, en Madarixa, el cielo comenzó a abrirse; su luz rasgó las tinieblas y, a lo lejos, el Txindoki emergía imponente con su forma de pirámide sagrada. Contemplando esa mole pensé en sus entrañas. ¿Qué es lo que oculta?


El musgo, el barro, la hierba y la tierra comenzaron a ceder debajo de mis pies. Fue el preludio de una nueva tormenta.

                        En el monasterio de tu corazón y tu cuerpo 

                        Se alza el templo donde se unen todos los Budas.
          (Milarepa)


Dicen que la lluvia es el néctar de los dioses…


Pero para néctar, buen néctar, el hamaiketako en el Otarre: huevos fritos con chorizo. Y un buen café cortado para atemperar el cuerpo después de tanta humedad. Ya lo siento Luís, mayorazgo de mi familia, no hubo forma de encontrar tu trípode. Espero que el que lo haya cogido piense que tiene dueño. Que los trípodes no crecen como las setas en el hayedo… 

Pd. Ya ha aparecido el trípode. Todavía hay buena gente. ¡Buena gente!


                                                      Ya no estoy aquí.
                                                      No deseo que me hieran,
                                                      Solo quiero ser libre
                                                      Para luchar en otras batallas.



Un momento de sosiego: Nubes Blancas de Ludovico Einaudi.
Ludovico Einaudi - Nuvole Bianche [HD]















6 comentarios:

  1. Delicioso y humedo reportaje Juan Ramón ! Y pones la guinda con la musica de Ludovico y la imágen final!
    Saludos, Luis

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que tal Luís? Gracias al blog te sumerges en una busqueda constante de la belleza; la música de Ludovico es parte de ella. Cuidate, Juanra.

      Eliminar
  2. Zortzigarrena gustatzen zait bereziki. Kolore orekatuak, suabeak eta goxo-goxoak. Paisaiak behelainoaren atzean ezkutatu nahi duela ematen dik. Turner-en koadroak gogoarazten dizkik. Eta Laboaren kantako Joxan Artzeren hitzak: Maite ditut, maite, gure bazterrak lanbroak izkutatzen dizkidanean... Ederra, gustura jarriko nuke, handituta, nire gelako horman zintzilik.

    ResponderEliminar