lunes, 25 de junio de 2018

VIET-NAM. DAÑOS COLATERALES: 2ª PARTE.

La guerra, además de diferentes secuelas, dejó, como consecuencia directa, tres millones de muertos. Víctimas que corresponden a 30 años de invasión, primero de las tropas francesas y después de las estadounidenses. Durante estos dos periodos bélicos se produjeron más de doscientos mil mutilados. De hecho, en Viet-Nam, actualmente existe el "Ministerio de los trabajadores, asuntos sociales y mutilados de guerra".

El Agente Naranja, como parte del programa de guerra química estadounidense, fue utilizado para defoliar la selva, refugio de los guerrilleros. Dejó más de cien mil afectados, provocados por el contacto directo con la piel, la inhalación de los gases y la consumición de agua y alimentos contaminados. 

Como efecto secundario, esas personas sufrieron deformaciones genéticas hereditarias. Hoy en día, en la generación formada por los nietos de aquellas víctimas, hay personas que sufren deformaciones físicas e intelectuales heredadas de sus padres. Actualmente existen en el país ciento cincuenta mil afectados por el Agente Naranja.

Otra secuela importante son las bombas, obuses y minas sin detonar que han quedado en todo el territorio, y que han causado, desde el fin de la guerra en el año 1975, más de cuarenta y cinco mil muertos y sesenta y dos mil heridos y mutilados en la población civil.

A pesar de todo esto, otro de los “daños colaterales” es la proliferación de sonrisas sinceras y la hospitalidad del pueblo vietnamita. Y además, unas miradas llenas de luz. 

El paisaje vietnamita no tiene ningún sentido sin la presencia de sus gentes.

Sutra del Corazón.

No hay ignorancia ni extinción de ella. Ni hay todo lo que procede de la ignorancia; ni vejez, ni muerte, ni extinción de la vejez y la muerte. 

No hay sufrimiento, ni su causa, ni su cese, ni sendero de liberación. No hay conocimiento, ni logros, ni falta de ellos.

Hace pocos días, en una emisión de radio, escuchaba las palabras de una poetisa rumana: Ana Blandiana. No recuerdo exactamente sus palabras, pero en esencia fue esto lo que dijo:

- Convertí todo el horror que me rodeaba en arte y en palabras que daban forma a mis poemas.

Sutra del Corazón.

Libre del apego, se apoya en la perfección de la sabiduría, y vive sin velos mentales. Así se libera del miedo con sus causas y alcanza el Nirvana (Iluminación).