“Laudato
Si, mi Signore, Alabado seas, mi Señor”
San Francisco de Asís con este hermoso cántico nos
recordaba que nuestra casa común es
también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una
madre bella que nos acoge entre sus brazos:
“Alabado seas mi Señor, por nuestra hermana la Madre Tierra,
la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores
y hierba”
Este es el comienzo de la Encíclica.
El Papa Francisco destaca que la “crisis ecológica” es consecuencia de la
crisis ética, cultural y espiritual del ser humano, y de la sociedad que
estamos creando entre todos:
“Hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero
planteamiento ecológico se convierte siempre en un planteamiento social, que
debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar
tanto el clamor de la Tierra como el clamor de los pobres"
Más adelante, nos
dice:
"Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra casa
común como en los últimos dos siglos. Nadie pretende volver a la época de las
cavernas, pero sí es indispensable aminorar la marcha para mirar la realidad de
otra manera, recoger los avances positivos y sostenibles y, a la vez, recuperar
los valores y los grandes fines arrasados por un desenfreno megalómano"
Nos habla sobre el
clima como un “bien común” de todos
para todos:
"La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada
vez más en un inmenso depósito de porquería”
“Es preocupante el
calentamiento del sistema climático. Como es sabido, éste ha provocado el
constante crecimiento del nivel del mar, eventos meteorológicos extremos, el agotamiento de recursos vitales
como el agua potable, y la disminución de selvas, bosques y biodiversidad”
El Papa Francisco
nos exhorta a la utilización de energías limpias y renovables:
"Se ha vuelto urgente e imperioso el desarrollo de
políticas para que en los próximos años la emisión de anhídrido carbónico y de
otros gases altamente contaminantes sea reducida drásticamente"
Con su habitual
estilo, directo y claro, comprensible a todos, el Papa Francisco, menciona "la pobreza del agua" que se da especialmente en
África, así como el gravísimo problema de la calidad de agua disponible para
los pobres. Y critica la tendencia a privatizar este recurso:
"En realidad, el acceso al agua potable y segura es
un derecho humano básico"
Sentencia,
denunciando a su vez el derroche de agua.
Si deseáis acceder
a toda la información de la Encíclica, este es el enlace:
Todos estos
extractos y algunos de los comentarios, están tomados de la página: www.lanacion.com.ar
Las imágenes que
acompañan a estos textos son del Camino de Santiago.
Es curioso, por así
decirlo, como utilizamos la Naturaleza
para nuestros fines. Sus frutos, a veces, son protectores de nuestros hogares,
y la Naturaleza vuelve a recuperar el espacio que le corresponde cuando
nosotros abandonamos en ruinas las construcciones que se vuelven efímeras por
diversos motivos como consecuencia de nuestros errores.
¡Amen!
Una delicada y
poderosa música.