“Entre mis manos tengo un cofre, donde las únicas joyas destellando son tus ojos mirando limpiamente”
(Del libro El Diablo Ilustrado, de Fidel Díaz Castro, Cuba)
Tengo muchas preguntas y ninguna respuesta. El silencio me hace daño- y sobre todo- tu ausencia me inquieta.
Yo no tuve la suerte de conocerte, pero hoy, la paz que emana tu rostro, acuna mi tristeza. Y ahora, quizás, pueda llegar a entender tu camino en esta vida: plenitud es la palabra.
A trompicones escribo estas líneas. No hay orden, pareciera un sinsentido: mi egoísmo quiere retenerte -déjame ir- el amor no le teme a nada.
En este presente tormenta y calma se mezclan, una y otra son umbral -tú lo has superado- de la ignorancia. En tu nuevo camino la sabiduría es el ropaje que vistes, y tu cuerpo purifica la luz que traspasa las nubes negras: ilumina nuestra existencia.
“Todo lo que no se cultiva se pierde”
Y los frutos de tu cuerpo, como generosa dádiva, anidan ya en otras vidas.
Jondo, al anochecer te diré muchas cosas que en esta vida no te dije. No hay excusas: el amor es una de ellas. Yo solo no puedo hacerlo, y como cómplice el viento, te contaré la única verdad.
Créeme
cuando te diga que me voy al viento
de una razón que no admite espera,
cuando te diga: no soy primavera
sino una tabla sobre un mar violento.
Créeme
si no me ves, si no te digo nada
si un día me pierdo y no regreso nunca…
Créeme
porque así soy
y así no soy de nadie.
(Vicente Feliú Miranda, Cuba)
Siempre hay una música…
Impresionantes fotos!!
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