En el Camino del Norte, de Zumaia a Elorriaga.
“No puedo hacer nada para el que no se hace preguntas” (Confucio)
- El 21 de septiembre, cuando el Sol entra en el signo de Libra, cambia de hemisferio. Señala entonces un momento de equilibrio, pero también de duda. Ha llegado la hora de que cada uno decida. Es también la hora de la angustia: angustia de convertirse en un ser de pleno derecho, y no un producto de la sociedad. Pues entramos en el hemisferio de lo colectivo que exigirá replantearse muchas cosas. Ahora se trata de ajustar las relaciones con los demás. Ha sonado la hora de las asociaciones. De evitar vivir “para la imagen” y de sacar partido de lo que los demás nos devuelven como un espejo de nosotros mismos.
- El equinoccio de otoño es el tiempo de la integración en una nueva dimensión: la de lo colectivo, la del poder cuando uno sabe a dónde va, la de la madurez. Fuerza surgida del conocimiento del sí.
(Del libro “El pequeño libro de los días” de Laurence E. Fritsch, 1996. Editor, José J. Olañeta.)
Algunas cosas en el Camino dejamos de contemplarlas por llegar… Llegar a no sé dónde; quizás al Reino del Olvido. Si el recuerdo existe, el amor perdura. No solo poéticamente.
- Yo quiero escribir un poema:
Azules en el cielo,
esmeralda en tu mirada,
aire que mece la yerba,
suspiros cómplices del alma.
El que escucha
riega con sus lágrimas,
toda flor de primavera.
Las ilumina, las embellece,
comparte el amor con una sonrisa.
La luz como el amor,
nunca reposa.
- Yo quiero escribir un poema:
Con el amor de un alma tranquila
el aroma a tierra húmeda,
impregnada de rocío del alba,
encuentro un nido de mariposas.
“No hay temor en el amor, sino que el amor perfecto expulsa el temor” (Juan, 4:18)
Hay un Camino con seres que miran y observan. A veces con temor, otras con tristeza, y otras con preguntas. Caminamos sin saber, a veces volamos a lomos de bicicleta sin contemplar lo que nos rodea. La bruma del amanecer precede al agua de lluvia. Un pájaro ahueca sus plumas, el viento las seca, y el barro embadurna las botas. La tormenta no llega a tierra: agua sobre agua. Y los árboles se cubren de amarillo: ocres colores. Ya hace días, quizás semanas, que las hojas de las parras caen secas, las Hondarrabi Zuri, verdes y pequeñas, están fuera de un ciclo de armonía: las hojas en su camino, los racimos de uvas por el suyo. Quizás lleguen a buen término. Todo se arregla.
Como el sol después de la lluvia: olor a yerba mojada, a tierra húmeda. Baile de mariposas bebiendo gotas de agua que todavía él no las evapora. Cada uno en su camino, esto es el Camino. Pasaste a su lado, tú no te diste cuenta. ¿Tú, y yo? No nos dimos cuenta.
Y al final nos preguntamos: ¿dónde, cuándo, atemporal o intemporal?
Justo a su lado,
casi lo pisamos.
Paso del tiempo:
pasado, presente, futuro.
Tony Anderson – Tenderness-Ternura.
- Mientras escribía Tenderness, las mamás colibrí anidaron junto a mi puerta y se dedicaron a mirarme mientras tocaba. Se sentían atraídas por la música.
- Su ternura se ha convertido en un universo de curación para mí.
"No es un colibrí, pero el saltamontes (matxinsaltoa) también vuela"
Me encantó.
ResponderEliminarMe ha encantado.
ResponderEliminarGracias, Juan Ramón!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Juan Ramón por compartir y a Félix por mandármelo ,Que bello!!!Me ha encantado !!!
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