lunes, 2 de septiembre de 2024

Espacio de contemplación-Space for contemplation


Gente pequeña.

Grandes dioses.    


Little people.

Great gods.

 

“Diálogo sobre la pobreza” de Yamanoue no Okura (Japón 660-733). Del libro “Los placeres de la literatura japonesa” de Donald Keene (Nueva York 1922 - Tokio 2019)


Por anchos que sean el cielo y la tierra,

a mí se me han encogido;

por mucho que brillen la luna y el sol,

nunca lucen para mí.

¿Les pasa lo mismo a todos o solo a mí?

 

En el Camino, el peregrino que anda ligero no se detiene; no contempla. Solo piensa en el próximo albergue sin fijarse en lo que le rodea. Se olvida de la paz y de la felicidad que emanan de una Naturaleza generosa que, aún en medio de la peor tormenta tiene su encanto. Al observar, por ejemplo, cómo las nubes, empujadas por los vientos, remontan las cimas de las montañas. 

El peregrino sediento del lúpulo embotellado, ignora el frescor del agua en sus manos. Y hambriento (sin conocer verdaderamente el hambre) busca y encuentra -el que puede- una mesa bien surtida. No escucha el canto de las aves. No percibe el suave aleteo del caer de la hoja de un roble centenario antes de ser acogida por la Tierra. Cuando la Naturaleza nada le reclama.

La Luz nunca se agota en paciente espera. Hasta las mariposas viven en ella.


” Lo grande siempre contiene a lo pequeño en el encuentro con los dioses”

 

Al encuentro con la Naturaleza,

pobremente vestido.

Harapiento de ideas,

fruto seguro.

 

“Lo que está bien plantado no se puede arrancar” (Tao The King de Lao Tse 571 a. C.)

 

 

The Avatar, Jon Henrik Fjällgren.

"A song that is written to our beautiful mother earth that´s in need of our attention"

“Una canción escrita a nuestra hermosa madre tierra que necesita nuestra atención”






























 

2 comentarios:

  1. Juan Ramón, amigo, contigo el Camiño es sabiduría, bondad y esperanza. Siempre es un regalo recibir tus letras e ilustraciones... Nosotros hemos repetido seis años seguidos, incluido el 2020, pero este año, a mi pesar, se cierra sin Camiño. Por avatares diversos se rompe la tradición familiar que empezó cuando Aithor cumplía 6 años. Qué lástima y qué pena me da, pues me invade la añoranza con tus fotos. Gracias compañero!

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    1. El Camiño siempre espera. Paciente y amoroso, acogiendo a la sinceridad caminante; peregrina de la esperanza. Y en el eco de una respiración cansada, resuena fuera de todo tiempo y espacio: ULTREIA!!!!

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