El viñedo de la Torre de Lezama - Camino del Norte
Hace unos días en
unas declaraciones en un medio de comunicación, Stephen William Hawking nos advirtió
de la deriva que están tomando las investigaciones y el desarrollo en el campo
de la informática. Vamos, que estamos creando un pequeño “monstruo” con
capacidad de desarrollarse a sí mismo fuera del control del ser humano. Al
final va a ser cierto que la realidad supera la ficción. Me viene a la memoria
la serie de films sobre Terminator y SkyNet. Para animarnos un poco otros
científicos rechazan esa posibilidad. Cada uno que se queda con lo que más le
atrae.
Yo prefiero
contemplar los juegos de la Luz y de las formas al atardecer en un viñedo en
Lezama, en el Camino del Norte, al amparo de la larga sombra de la Torre. La torre es del s.XVI. y el viñedo, de la variedad de uva Hondarribi Zuri.
Tiene un guardián: El Guardián del Viñedo, y se llama Azken
(Último), un perro de la raza pastor vasco, aunque yo creo que tiene un
mestizaje peculiar: el de los seres propios del Camino; algo queda en ellos de
los peregrinos que hacen el Camino, tanto
los de dos como los de cuatros patas.
“Una pluma de pavo real puede quebrar el eje de una carro
sobrecargado”
(Tirukkural,
verso 475)
Es un veda de la
literatura sagrada Tamil; aparece en el libro “Jardines de Canela” de Syham
Selvaduraj, nacido en Sri Lanka.
Las pequeñas cosas,
los pequeños detalles se nos están escapando como gotas de agua entre los dedos. Tendremos que aprender de nuevo a
contemplar las cosas que nos rodean, aquellas que nos unen a lo sagrado, a lo
trascendente. La Tierra respira y nosotros con ella, y los colores del otoño son
su forma más sagrada. El barniz del agua irisa sus vegetaciones. ¿Silenciaremos
nuestras inquietudes al contemplarlas?
“Los que no tengan una percepción pura nada podrán
encontrar aquí”
(Cantico de peregrinos-Tíbet)
Del libro “El
corazón del Mundo” de Ian Baker.
- Reposad en lo más
recóndito del alma al amparo de las miradas indiscretas e insensibles.
Ocultaos para renacer sin mácula y levantaos al Alba para volver a caminar
juntos en la búsqueda de los aromas esenciales con un único apoyo: el bordón
del peregrino. Aquel que une al hombre con el Cielo y la Tierra.
El viñedo es un
depósito de tesoros de cuyas riquezas nos alimentamos para continuar en el
Camino. Azken, su Último Guardián. Estamos a la puerta del Invierno…
!Como siempre destilando momentos de sensibilidad y belleza, tanto visual como verbal!
ResponderEliminarFelices dias Juan !
Kaixo Luis!!!! Que tal? Gracias por tus palabras, se que son sinceras. Espero que nos veamos pronto. Feliz Navidad!!!!!
EliminarMaravillosas imagenes Juan Ramón.
ResponderEliminarFelices fiestas!
Hola Juan!!!! Por lo menos nos vemos por aqui, aunque todos estamos unidos en alguna parte de nuestros corazones. Feliz Navidad!!!!!!
EliminarMuy bonito Juan Ramón.
ResponderEliminarUn abrazo y Feliz Navidad
Hola peregrino!!!!!!!!! Las cosas que se hacen desde los sentimientos son consecuencia de la belleza que anida en todos nosotros. ULTREIA Y FELIZ NAVIDAD!!!!!!!!!!!!!!!!
EliminarEskerrik asko, Juan Ramon, musu truk egiten diguzun opari hauengatik.
ResponderEliminarEgon bizkor.
Derzu, zer moduz aspaldiko? Besarkada bat bihotez eta mila esker. Pozik bizi, Juanra.
Eliminarmaravilloso abanico de colores que nos ofrece el otoño... un beso hermano...
ResponderEliminarayoooooooo
Lui Sin
Anai, mila esker, muxux, Juanra.
EliminarHola, Juan Ramón!!. De acuerdo en cada palabra!!. Ese futuro comococos ya está aqui y a una velocidad vertiginosa. Pasará ...como pasa todo que no es esencial. Tambien prefiero detenerme en el baile de la luz y el sonido de la hojas cuando sopla el viento, y el bellisimo cambio de las estaciones, con los caminos y los hogares a ritmo de Tierra. Un saludo y feliz nuevo tiempo!!
ResponderEliminarHola!!! María, el "nuevo tiempo" ya está entre nosotros. Solo necesitamos nuevos ojos para verlo y brazos para abrazarlo. Juan Ramón.
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