De Hito en Hito, y
tiro porque me toca… Como el juego de la oca.
Orreaga-Roncesvalles. Nuestros
primeros pasos recorren la Colegiata de Santa María de Orreaga. Es de estilo
gótico francés, construida en el s.XII.
“En el Reino del Silencio sobrecoge el sonido de los
pasos perdidos”
Pero aún más el
ulular del viento recorriendo las arcadas de su claustro. Las piedras están
vivas, llenas de historias y enigmas.
Hoy en día las siguen esculpiendo los canteros celestes. En invierno no
descansan. Con la complicidad de la nieve, una pátina de leyenda y desolación visten esta
arquitectura sagrada. Los tratados de su geometría son transportados por los
peregrinos en la memoria.
Erreniaga-El alto del Perdón.
Otra de las puertas intemporales del Camino. Antiguamente había una ermita
dedicada a la Virgen del Perdón y un hospital de peregrinos. En el s.XIX
desaparecieron. Seguramente sus piedras embellecen alguna casa blasonada. En
mil novecientos noventa y seis, el escultor Vicente Galbete creó una serie de
peregrinos férreos. Cuando la niebla se apodera de este lugar se asemejan a
fantasmas que vuelven a peregrinar en busca del perdón de sus almas.
La última vez que
estuve algún ser, pleno de imbecilidad, dejó su impronta en forma de graffiti
sobre una de sus figuras.
“Donde se cruza el camino del Viento con el de las
Estrellas”
Zirauki-Cirauqui. Un micifuz de
color negro ¡Vamos, para dar ánimos! No soy nada supersticioso. A su vera una
estela del mil seiscientos cincuenta y ocho.
¿Alguien podría decirme por qué no se restauran la
calzada y el puente romano?
Lorka-Lorca. Merece la pena
llegar a su plaza y beber de las aguas de su fuente para recuperar algo de
resuello. Sus pendientes tienen parte de culpa. La otra parte es de las ampollas
y la mochila.
En primavera, sus
campos de trigo se llenan de colores; las amapolas resplandecen, y más a
contraluz. Cuando el viento se apodera de la mies, un océano sin agua se llena
de verde esmeralda.
“Nada desaparece, se transforma”
Los Arcos. En el albergue La
Fuente Casa de Austria. ¿Hay algo mejor que una conversación acompañada de los
sonidos del crepitar del fuego y la leña de una chimenea? Es febrero, fuera
hace mucho frío y la noche se hace larga: el alma descansa. También descansan
las fregonas.
San Juan de Ortega. En los equinoccios
de primavera y otoño, a las cinco de la tarde, un rayo de sol penetra en la
iglesia de San Nicolás de Bari incidiendo en el capitel de la Anunciación e
iluminando el rostro de la Virgen María. Los Constructores Medievales poseían
una sabiduría mágica y ancestral, hoy olvidada. Cuántas cosas hemos perdido, y
el Camino nos las recuerda constantemente… Yo estuve un cinco de mayo y dejé mi
concha de peregrino apoyada en una columna. Buscaba la energía que emana en
este lugar.
“Como el pan, la paz y el sosiego ayudan a caminar”
En el bosque de San Juan de Ortega. Camino de Agés, la niebla se adueña del bosque. El agua de rocío se
cae de las ramas tras una noche prendida en sus hojas esperando el amanecer. Si
el Silencio nos lo permite, oiremos cómo rasga la niebla buscando el suelo
donde fenecerá para volver a crear vida.
Castrojeriz-Castrogeriz. O Mors,
O Eternitas: Muerte o Eternidad.
Por la calle Real
llegaremos a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, construida en estilo gótico
del s.XVI. En su exterior hay un osario. El Camino nos va dando opciones, y a
veces “solo a veces” tú eliges…
“Dejaré un espacio vacío en mi mochila y tú lo ocuparás”
Puente de Itero. Sus pilares
unen las Dos Tierras: el Agua y el Cielo. Y debajo de su bóveda, el Pisuerga. Los pontífices
en este lugar dieron forma a los deseos del rey Alfonso VI de León en el s.
XII.
“Cada día, con las luces del amanecer, surgen de tus
aguas las manos de los Maestros Canteros”
Itero de la Vega. La puerta de
entrada a Tierra de Campos; es la estepa castellana con sus campos de cereal. A
la salida del pueblo, a lo lejos, aparecen dos ondulaciones. Parecen los pechos
de Venus, pero el Sol cae a plomo en verano y los peregrinos huyen espantados.
No hay tiempo para contemplarlos. Es bueno madrugar para llegar cuanto antes a
Boadilla del Camino donde beberemos de la Fuente Vieja. ¡Cuidado con la
manivela de la rueda!
León. En bronce han quedado
talladas las manos de aquellos que, gracias a su trabajo callado, han
transmitido a través de los tiempos la Sabiduría del Camino.
Es una obra del
Maestro Escultor Juan Carlos Uriarte Paniagua, factum est mil novecientos noventa y siete.
El Acebo. Antaño hubo un pacto
entre los Reyes Católicos y el pueblo de El Acebo: éste protegería a los
peregrinos y mantendría en buen estado los caminos. A cambio, sus moradores
quedarían exentos del pago de algunos impuestos y no serían llamados a la
guerra.
“La Tercera Puerta ocultaba un mundo lleno de seres
mágicos: hacían sortilegios a los peregrinos que allí se detenían”
Pieros. La iglesia de San Martin
de Tours, fue una iglesia del Temple en el s.XI, de estilo románico.
Posteriormente el obispo Osmundo de Astorga, en el año mil ochenta y seis, la
consagró. Fue la cuna del Bierzo.
“Un silencio me acompaña al abrigo de las cuatro paredes
de una fortaleza inacabada”
Santiago de Compostela. Hace
mucho tiempo, quizás demasiado, que desde el Monte do Gozo no se divisan las
torres de la Catedral. Antes eran el consuelo y la emoción del peregrino tras
un “largo camino”. Ahora es un enigma: ¿estarán ahí? No las veo. Solo se ven
tejados y fachadas, y un camino, el de la entrada a Santiago, esquilmado y
destrozado.
“Los leones sostienen la belleza de los canteros; el
Tiempo novela los enigmas de las piedras”
Zamburiñas. Llega el momento de dar alegría a un estomago cansado
de bocadillos y de aquí te pillo, aquí te mato. Disfrutemos de los frutos del
mar de Galicia que son arte del buen yantar.
“O Mercado de Abastos de Santiago é un lugar capaz de
despertar a máxia dos cinco sentidos”
Zumaia. Es momento de
celebración y brindaremos con los hijos de la “cepa tuerta”. Parte de las
leyendas del Camino son sus vinos. Los granos de uva son como pequeñas capsulas
del tiempo llenas de historias. La Ondarrabi Zuri es fruto de un conjuro: el
conjuro del Sol y la Tierra.
Para terminar os
dejo dos refranes, son el fruto de una buena filosofía de vida.
“Con vino y vida tranquila, vivirás de maravilla”
“El agua la vida acorta, el vino la alarga y conforta”.
ULTREIA ET SUSEIA¡ ¡MÁS ALLÁ, MÁS ARRIBA!