sábado, 18 de julio de 2015

Los hitos del camino de Santiago

De Hito en Hito, y tiro porque me toca… Como el juego de la oca.

Orreaga-Roncesvalles. Nuestros primeros pasos recorren la Colegiata de Santa María de Orreaga. Es de estilo gótico francés, construida en el s.XII.

“En el Reino del Silencio sobrecoge el sonido de los pasos perdidos”

Pero aún más el ulular del viento recorriendo las arcadas de su claustro. Las piedras están vivas, llenas de historias y  enigmas. Hoy en día las siguen esculpiendo los canteros celestes. En invierno no descansan. Con la complicidad de la nieve, una pátina  de leyenda y desolación visten esta arquitectura sagrada. Los tratados de su geometría son transportados por los peregrinos en la memoria.

Erreniaga-El alto del Perdón. Otra de las puertas intemporales del Camino. Antiguamente había una ermita dedicada a la Virgen del Perdón y un hospital de peregrinos. En el s.XIX desaparecieron. Seguramente sus piedras embellecen alguna casa blasonada. En mil novecientos noventa y seis, el escultor Vicente Galbete creó una serie de peregrinos férreos. Cuando la niebla se apodera de este lugar se asemejan a fantasmas que vuelven a peregrinar en busca del perdón de sus almas.

La última vez que estuve algún ser, pleno de imbecilidad, dejó su impronta en forma de graffiti sobre una de sus figuras.

“Donde se cruza el camino del Viento con el de las Estrellas”

Zirauki-Cirauqui. Un micifuz de color negro ¡Vamos, para dar ánimos! No soy nada supersticioso. A su vera una estela del mil seiscientos cincuenta y ocho.  
  
¿Alguien podría decirme por qué no se restauran la calzada y el puente romano?  

Lorka-Lorca. Merece la pena llegar a su plaza y beber de las aguas de su fuente para recuperar algo de resuello. Sus pendientes tienen parte de culpa. La otra parte es de las ampollas y la mochila.

En primavera, sus campos de trigo se llenan de colores; las amapolas resplandecen, y más a contraluz. Cuando el viento se apodera de la mies, un océano sin agua se llena de verde esmeralda.

“Nada desaparece, se transforma”

Los Arcos. En el albergue La Fuente Casa de Austria. ¿Hay algo mejor que una conversación acompañada de los sonidos del crepitar del fuego y la leña de una chimenea? Es febrero, fuera hace mucho frío y la noche se hace larga: el alma descansa. También descansan las fregonas.

San Juan de Ortega. En los equinoccios de primavera y otoño, a las cinco de la tarde, un rayo de sol penetra en la iglesia de San Nicolás de Bari incidiendo en el capitel de la Anunciación e iluminando el rostro de la Virgen María. Los Constructores Medievales poseían una sabiduría mágica y ancestral, hoy olvidada. Cuántas cosas hemos perdido, y el Camino nos las recuerda constantemente… Yo estuve un cinco de mayo y dejé mi concha de peregrino apoyada en una columna. Buscaba la energía que emana en este lugar.

“Como el pan, la paz y el sosiego ayudan a caminar”

En el bosque de San Juan de Ortega. Camino de Agés, la niebla se adueña del bosque. El agua de rocío se cae de las ramas tras una noche prendida en sus hojas esperando el amanecer. Si el Silencio nos lo permite, oiremos cómo rasga la niebla buscando el suelo donde fenecerá para volver a crear vida.

Castrojeriz-Castrogeriz. O Mors, O Eternitas: Muerte o Eternidad.
Por la calle Real llegaremos a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, construida en estilo gótico del s.XVI. En su exterior hay un osario. El Camino nos va dando opciones, y a veces “solo a veces” tú eliges…

“Dejaré un espacio vacío en mi mochila y tú lo ocuparás”

Puente de Itero. Sus pilares unen las Dos Tierras: el Agua y el Cielo. Y debajo de su bóveda, el Pisuerga.  Los pontífices en este lugar dieron forma a los deseos del rey Alfonso VI de León en el s. XII.

“Cada día, con las luces del amanecer, surgen de tus aguas las manos de los Maestros Canteros”

Itero de la Vega. La puerta de entrada a Tierra de Campos; es la estepa castellana con sus campos de cereal. A la salida del pueblo, a lo lejos, aparecen dos ondulaciones. Parecen los pechos de Venus, pero el Sol cae a plomo en verano y los peregrinos huyen espantados. No hay tiempo para contemplarlos. Es bueno madrugar para llegar cuanto antes a Boadilla del Camino donde beberemos de la Fuente Vieja. ¡Cuidado con la manivela de la rueda!

León. En bronce han quedado talladas las manos de aquellos que, gracias a su trabajo callado, han transmitido a través de los tiempos la Sabiduría del Camino.

Es una obra del Maestro Escultor Juan Carlos Uriarte Paniagua, factum est mil novecientos noventa y siete.

El Acebo. Antaño hubo un pacto entre los Reyes Católicos y el pueblo de El Acebo: éste protegería a los peregrinos y mantendría en buen estado los caminos. A cambio, sus moradores quedarían exentos del pago de algunos impuestos y no serían llamados a la guerra.

“La Tercera Puerta ocultaba un mundo lleno de seres mágicos: hacían sortilegios a los peregrinos que allí se detenían”

Pieros. La iglesia de San Martin de Tours, fue una iglesia del Temple en el s.XI, de estilo románico. Posteriormente el obispo Osmundo de Astorga, en el año mil ochenta y seis, la consagró. Fue la cuna del Bierzo.

“Un silencio me acompaña al abrigo de las cuatro paredes de una fortaleza inacabada”

Santiago de Compostela. Hace mucho tiempo, quizás demasiado, que desde el Monte do Gozo no se divisan las torres de la Catedral. Antes eran el consuelo y la emoción del peregrino tras un “largo camino”. Ahora es un enigma: ¿estarán ahí? No las veo. Solo se ven tejados y fachadas, y un camino, el de la entrada a Santiago, esquilmado y destrozado.

“Los leones sostienen la belleza de los canteros; el Tiempo novela los enigmas de las piedras”

Zamburiñas. Llega el  momento de dar alegría a un estomago cansado de bocadillos y de aquí te pillo, aquí te mato. Disfrutemos de los frutos del mar de Galicia que son arte del buen yantar.

“O Mercado de Abastos de Santiago é un lugar capaz de despertar a máxia dos cinco sentidos”

Zumaia. Es momento de celebración y brindaremos con los hijos de la “cepa tuerta”. Parte de las leyendas del Camino son sus vinos. Los granos de uva son como pequeñas capsulas del tiempo llenas de historias. La Ondarrabi Zuri es fruto de un conjuro: el conjuro del Sol y la Tierra.

Para terminar os dejo dos refranes, son el fruto de una buena filosofía de vida.

“Con vino y vida tranquila, vivirás de maravilla”

“El agua la vida acorta, el vino la alarga y conforta”.

ULTREIA ET SUSEIA¡ ¡MÁS ALLÁ, MÁS ARRIBA!



















4 comentarios:

  1. Como siempre un placer seguirte en el Camino Juan Ramón , salud !

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    1. Luis, sin vuestras miradas, el Camino no tendría sentido. Un fuerte abrazo, Juan Ramón.

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  2. Antonio, vosotros me transmitís esas sensaciones tan maravillosas para continuar el Camino. Se que estáis junto a mí. Juan Ramón.

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