martes, 15 de diciembre de 2015

Mercado Medieval - Sto. Domingo de la Calzada


“El conocimiento es la luz que iluminará vuestro camino”

Este es un pensamiento que aparece en el libro, El Caballero de la Armadura Oxidada, escrito por Robert Fisher.
 
En una de sus páginas, la diecinueve, relata lo siguiente:
 
Mientras cabalgaba en solitario a través de los bosques, el caballero se dio cuenta de que había muchas cosas que no sabía. Siempre había pensado que era muy listo, pero no se sentía tan listo ahora, intentando sobrevivir en los bosques”.
 
Tengo un buen amigo, se llama Josu; es de Bergara pero vive en Zumaia. Cuando me cruzo con él le saludo llamándole Caballero. Y él, con una sonrisa en los labios, casi siempre me contesta recordándome su realidad de “célibateur”, y que él no es caballero.
 
Me dice: en los Tratados de Caballería el Caballero es aquel que defiende un puente, con su espada o su lanza, o acude a defender el honor de su dama. Y yo ni tengo puente ni dama que defender…
 
En Santo Domingo de la Calzada el Mercado Medieval nos recuerda muchos de los relatos y leyendas de Caballería. Pero también los del pueblo llano.
 
Añorando ambientes palaciegos, vamos recorriendo las calles empedradas de la Villa y Corte, afortunadamente sin barros; aunque alguna boñiga de caballo podemos pisar. Dicen que si no te enfadas da “buena suerte”.
 
Tras los saltimbanquis y zancudos, bufones y músicos callejeros, venidos de todos los lugares del Reino, los niños y los mayores (quizás los más niños) van en animada procesión, de un lado para otro,  en alegre pasacalle. Los Funambulistas de la Torre, con sus evoluciones aéreas, impresionan tanto que alguna mandíbula queda desencajada del “acojono” que provocan.
 
Mercaderes y artesanos. Marghadita es una de ellos: dialoga y da forma a las Hadas.
 
Herboristas que hacen brebajes para alargar la vida, y alguna pócima para conquistar a la amada, o estimular al amante que no cumple en el lecho de amor.
 
La echadora de cartas del Tarot: "el Tarot le pronosticó un venturoso futuro”. Pero del presente mejor no hablar. Me gustaría que fuera una Hacedora de Sueños; de buenos sueños.
 
Canteros y arqueros, también alfareros, cetreros y forjadores de Arnedo, Mario y su bella aprendiza. Perdonad: no recuerdo su nombre. Pero sí recuerdo a Félix, el pintor de Santurce, que dialoga y da forma a los sueños con la ayuda del papel, agua y óleo, y una imaginación  creadora-mágica.
 
Y tenderetes, muchos tenderetes de diverso condumio: dulces y salados, chocolates afrodisiacos y  “preñaos” grasientos. Saciadores de  sed con caldos de la “cepa tuerta” servidos en vasijas de barro. ¿Y de la prueba del porrón, que me dicen? Alguna gota caerá donde no debe… En ese instante hay miradas que se vuelven inquisidoras. Y cuando lo que cae es el aceite de la morcilla o la de un buen chorizo... ¡ay, Deus, Deus! Entonces los ojos lanzan llamas a modo de dragones medievales.
 
Quesos de tetilla, tiernos y curados, de San Simón da Costa en Vilalba, y su quesera mayor, María del Mar, pródiga en ternura. ¿Sabéis que uno de sus orígenes le sitúa en un convento de monjas del siglo XI? Por supuesto que hablo del queso...
 
Quesos de cabra y de búfala de la Masía Montbrú. Su lema: Los quesos Montbrú cautivan los sentidos. Doy buena fe de ello.
 
Y al anochecer, cuando el frio aprieta y las manos enrojecen, frente a la Catedral, en la Plaza del Santo ¡castañas, castañas calientes! Las castañeras son dos mozas de carnet perpetuo. Llevan veintitrés años en el Mercado. Este año se celebró la XXIII edición. Una vez más, no se sus nombres.
 
- Termino.
 
Una de las noches de cinco grados a la sombra, me di un pequeño homenaje. Fui a cenar al Mesón Los Caballeros. Pedí sopa, sopa riojana, tenía  un toque de pimentón picante. Hablando con la madre de la casa le dije:

- Esto levanta a un muerto.

Entonces ella me contesto:
 
- Eso dicen los peregrinos.

Parece ser que tengo pinta de peregrino. Siempre que puedo me acompaño del bordón.
 
Una pequeña mención.
 

Estuve alojado en la Hospedería Cisterciense. Son monjas de clausura, de eterna sonrisa; auténticas Hospitalarias del Camino.
 
- Y a ti Azucena, gracias por cuidarme.
 
Siguiendo el lema monacal del “Ora et Labora” elaboran unos dulces palatiales, casi celestes: los borrachuelos. Aunque sea motivado por tan terrenal intención, si podéis, visitarlas.
 
- Ahora estáis hablando del deseo del hombre de enriquecerse; pero si una persona es generosa, amorosa, compasiva, inteligente y altruista, ¿cómo podría ser más rica?
 
Páginas setenta y tres y setenta y cuatro, El Caballero de la Armadura Oxidada, de Robert Fisher.
 
Uno de los músicos callejeros medievales que conocí se llama Uli, de la Ecoaldea de Matavenero en el Bierzo, León. Por favor clicar aqui para escucharle.
 

 
 
 

















4 comentarios:

  1. Ederra personaje sorta Juan Ramon. Argazki oso gustagarriak, kolore bikainak, gairako aproposak. Zorionak.
    Jarraitu osasuntsu.

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    1. Derzu, gardentazunaren bitartez kolore berriak sortzendira. Mila esker eta Eguberri Zoriontzua!!! Juan Ramón.

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  2. Una vez más: ¡gracias, Juan Ramón! y ¡Felices Fiestas!

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    1. Julio, gracias a vosotros que dais sentido a mis trabajos; vuestra complicidad es necesaria. Juan Ramón.

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