“El conocimiento es la luz que iluminará vuestro camino”
Este es un
pensamiento que aparece en el libro, El
Caballero de la Armadura Oxidada, escrito por Robert Fisher.
En una de sus
páginas, la diecinueve, relata lo siguiente:
“Mientras cabalgaba en solitario a través de
los bosques, el caballero se dio cuenta de que había muchas cosas que no sabía.
Siempre había pensado que era muy listo, pero no se sentía tan listo ahora,
intentando sobrevivir en los bosques”.
Tengo un buen
amigo, se llama Josu; es de Bergara pero vive en Zumaia. Cuando me cruzo con él
le saludo llamándole Caballero. Y él,
con una sonrisa en los labios, casi siempre me contesta recordándome su realidad
de “célibateur”, y que él no es
caballero.
Me dice: en los Tratados de Caballería el Caballero
es aquel que defiende un puente, con su espada o su lanza, o acude a defender
el honor de su dama. Y yo ni tengo puente ni dama que defender…
En Santo Domingo de
la Calzada el Mercado Medieval nos recuerda muchos de los relatos y leyendas de
Caballería. Pero también los del pueblo llano.
Añorando ambientes
palaciegos, vamos recorriendo las calles empedradas de la Villa y Corte,
afortunadamente sin barros; aunque alguna boñiga de caballo podemos pisar.
Dicen que si no te enfadas da “buena
suerte”.
Tras los
saltimbanquis y zancudos, bufones y músicos callejeros, venidos de todos los
lugares del Reino, los niños y los mayores (quizás los más niños) van en animada procesión, de un lado para otro, en alegre pasacalle. Los Funambulistas de la
Torre, con sus evoluciones aéreas, impresionan tanto que alguna mandíbula queda
desencajada del “acojono” que
provocan.
Mercaderes y
artesanos. Marghadita es una de ellos: dialoga
y da forma a las Hadas.
Herboristas que
hacen brebajes para alargar la vida, y alguna pócima para conquistar a la amada,
o estimular al amante que no cumple en el lecho de amor.
La echadora de
cartas del Tarot: "el Tarot le pronosticó un venturoso futuro”. Pero
del presente mejor no hablar. Me gustaría que fuera una Hacedora de Sueños; de
buenos sueños.
Canteros y
arqueros, también alfareros, cetreros y forjadores de Arnedo, Mario y su bella
aprendiza. Perdonad: no recuerdo su
nombre. Pero sí recuerdo a Félix, el pintor de Santurce, que dialoga y da
forma a los sueños con la ayuda del papel, agua y óleo, y una imaginación creadora-mágica.
Y tenderetes,
muchos tenderetes de diverso condumio: dulces y salados, chocolates
afrodisiacos y “preñaos” grasientos. Saciadores de sed con caldos de la “cepa tuerta” servidos en vasijas de barro. ¿Y de la prueba del
porrón, que me dicen? Alguna gota caerá donde no debe… En ese instante hay
miradas que se vuelven inquisidoras. Y
cuando lo que cae es el aceite de la morcilla o la de un buen chorizo... ¡ay,
Deus, Deus! Entonces los ojos lanzan llamas a modo de dragones medievales.
Quesos de tetilla,
tiernos y curados, de San Simón da Costa en Vilalba, y su quesera mayor, María
del Mar, pródiga en ternura. ¿Sabéis que uno de sus orígenes le sitúa en un
convento de monjas del siglo XI? Por supuesto que hablo del queso...
Quesos de cabra y
de búfala de la Masía Montbrú. Su lema: Los
quesos Montbrú cautivan los sentidos. Doy buena fe de ello.
Y al anochecer,
cuando el frio aprieta y las manos enrojecen, frente a la Catedral, en la Plaza
del Santo ¡castañas, castañas calientes! Las castañeras son dos mozas de carnet
perpetuo. Llevan veintitrés años en el Mercado. Este año se celebró la XXIII
edición. Una vez más, no se sus nombres.
- Termino.
Una de las noches de cinco grados a la sombra, me di un pequeño homenaje. Fui a cenar al Mesón Los Caballeros. Pedí sopa, sopa riojana, tenía un toque de pimentón picante. Hablando con la madre de la casa le dije:
- Esto levanta a un muerto.
Entonces ella me contesto:
Parece ser que tengo pinta de peregrino. Siempre que puedo me acompaño del bordón.
Una pequeña mención.
Estuve alojado en la Hospedería Cisterciense. Son monjas de clausura, de eterna sonrisa; auténticas Hospitalarias del Camino.
- Y a ti Azucena, gracias por cuidarme.
Siguiendo el lema monacal del “Ora et Labora” elaboran unos dulces palatiales, casi celestes: los borrachuelos. Aunque sea motivado por tan terrenal intención, si podéis, visitarlas.
- Ahora estáis hablando del deseo del hombre de enriquecerse; pero si una persona es generosa, amorosa, compasiva, inteligente y altruista, ¿cómo podría ser más rica?
Páginas setenta y tres y setenta y cuatro, El Caballero de la Armadura Oxidada, de Robert Fisher.
Uno de los músicos callejeros medievales que conocí se llama Uli, de la Ecoaldea de Matavenero en el Bierzo, León. Por favor clicar aqui para escucharle.
Ederra personaje sorta Juan Ramon. Argazki oso gustagarriak, kolore bikainak, gairako aproposak. Zorionak.
ResponderEliminarJarraitu osasuntsu.
Derzu, gardentazunaren bitartez kolore berriak sortzendira. Mila esker eta Eguberri Zoriontzua!!! Juan Ramón.
EliminarUna vez más: ¡gracias, Juan Ramón! y ¡Felices Fiestas!
ResponderEliminarJulio, gracias a vosotros que dais sentido a mis trabajos; vuestra complicidad es necesaria. Juan Ramón.
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